domingo, 27 de marzo de 2011

No sé

Con esfuerzo sobrehumano me acerco al portátil e intento teclear una secuencia de palabras inconclusas. Son mis pensamientos los que fluyen, ayer se me olvidó escribir.

jueves, 10 de marzo de 2011

No es oro todo lo que reluce

Salí a trabajar. Cogí el coche, era temprano y una densa niebla me acompañaba por todo el camino. Unos kilómetros más adelante la niebla no me dejó ver.

El coche pareció parar al mismo tiempo que se elevaba. En un instante un sol explendido eliminó todo resquicio de nube.

Pude ver al frente diez, doce quizás veinte mujeres desnudas que se acercaban. Una de ellas llegó hasta mi y me invitó a salir del coche. Me dió la mano y me llevó con sus compañeras.

Hice lo imposible, miento, lo posible por que me quitaran la ropa, en un segundo me quedé desnudo. Poco a poco sus dedos fueron tocando todo mi cuerpo hasta que fue atravesado por afiladas dagas que me hicieron no volver nunca más a mi casa.

Había sido vengado por todos mis pensamientos lascivos.

domingo, 6 de marzo de 2011

Soldado Imperial


Nuestra historía comienza en la séptima luna del planeta EK-234, perteneciente al sistema solar Casandra, en una galaxia no muy lejana. Poblada por colonos venidos de distintos puntos del Universo, en la luna Eon, vivía Kerpu.

Kerpu trabajaba de sol a luna, 35 horas al día con pequeños descansos que hacían un poco más llevadera su penosa jornada laboral. Empezó con 18 años, pasó de tareas manuales a picar roca con ayuda de herramientas mecánicas. Toda la luna dependía de esta extraordinaria explotación minera. El Caudillo del satélite nogociaba a buen precio un raro mineral que el Imperio necesitaba como aditivo al combustible de su flota espacial.

Como consecuencia del nuevo tratado entre el Caudillo de Eon y la Delegación del Imperio, Kerpu sin otra opción, había sido obligado a enrolarse en el Ejército Imperial. Allí tuvo que dejar a su familia y amigos, y entre ellos, una amiga especial, Merfi.

Fueron unos meses de duro entrenamiento sometido a todo tipo vejaciones físicas y psicológicas, pero pudo afrontarlas gracias a la correspondencia que mantenía con Merfi, ella y su esperanza en reencontrarse, eran lo único que justificaba levantarse todos los días y seguir adelante.

Terminada la instrucción militar, Kerpu, tuvo que elegir destino. Era imposible su vuelta a Eon. Entre los compañeros se hablaba de un gran proyecto del Imperio, La Estrella de la Muerte, pieza imprescindible para poder terminar con la Alianza Rebelde. En poco tiempo fue ascendido a artillero de perímetro.

La Alianza, en su táctica de guerra de guerrillas, pronto había logrado pequeñas victorias que le hacían cada vez más poderosa. Sobretodos, eran conocidos Luke Skywalker y Han Solo dirigidos por una mujer de extraordinaria belleza, la Princesa Leia.

Llegaron noticias de un inminente ataque a la Estrella de la Muerte. Todavía no al 100% de su potencial, el colosal proyecto del Imperio era vulnerable. Recibieron la ayuda del sith Darth Vader, mano derecha del Emperador, con el objetivo de frenar los ataques rebeldes.

Poco tiempo duró la defensa de La estrella de la Muerte, todos conocemos como acabó. Kerpu murió y al poco tiempo, otra ofensiva de la Alianza destruyó el satelite Eon como estrategía para reducir la capacidad de la flota Imperial, y con el, Merfi.

Dos vidas rotas, entre tantas.