lunes, 18 de agosto de 2008

Mientras me enseñas

La más extraña fiesta tuvo lugar cerca de aquí, en Sugarland.
El hombre de hoy, en un inarticulado discurso de su corazón,
dió comienzo al espectáculo.
El hijo afortunado, hombres-dinero, flores raras
o lo que yo veo de la vida se reunieron.
Mientras, hijos de cain, ángeles e infieles todos heridos de muerte,
invocaron a su dios.

Pero todo debía comenzar.

Y dijo: Solo soy lo que soy, odio a tus amigos.

jueves, 14 de agosto de 2008

Johnny 99 se apunta a crítico musical

Pues si, si. Ante el periodo estival y la baja de algunos camaradas, allá voy.

CRITICA 1.-

Esto es que se juntan unos de Mali, una islandesa, un inglés, un cubano y un español. Podría ser un chiste pero no, se juntaron en la expo en el escenario 43.

Como escribe el Orris, aforo completo casi 100 millones de personas (bueno, mas o menos). Se advertia en el ambiente una noche grande. Todo el mundo estaba expectante ante la voz de la islandesa. Después de unas primeras canciones del amigo de Mali, hay que explicar que fueron "creo" todo colaboraciones ya que el prota solo abría la boca para presentar a sus colegas, aparece la susodicha nórdica (que poco respeto Johnny 99). Bueno pues eso, se casca dos canciones a su estilo con el de Mali y se va, con ella se fueron muchos otros. Estuvo bien pero me dejó algo frío.

Luego fue mejorando, el amigo inglés subió el nivel tanto por su instrumento de "guardería", a ver como lo explico "teclado-flauta" como por sus dotes con el teclado y voz (me gustó, si señor).

Luego vinieron el cubano y el español. Fue la hostia y no por nada, sino por que teniais que haber visto al trio "calaberas", tres cantates africanos con sus vestidos tribales, haciendo los coros a los latinos en los estribillos de las canciones, unos "megackras".

Al final se juntaron todos menos la islandesa y tocaron. En definitiva, un concierto un poco extraño pero que mereció la pena, sin duda.

CRITICA 2.

Ayer, 13 de agosto nos volvieron a convocar en el escenario 43 (un frío de cojones!). Esto era un grupo de japoneses que le daban a los tambores y otros intrumentos del lejano oriente, aprovecho para mandar un saludo a mi amiga Elena, ¿te lo pasaste bien?.

Esta vez, y no me quedo corto, 101 millones de personas. Comenzaron dándole a casi todos los tambores a la vez, había uno, enorme, reservado para el final. Como dicen los "megaguays", brutal.

Tocaron varios "temas" intercalando en uno de ellos una especie de guitarras tocadas por tres japonesas con los tambores de antes, joder! me se ponen los pechos de punta.

Después de un merecido descanso de 20 minutos siguieron con la música (hubo espantada de papas con niños, trabajadores del día siguiente y otros que no se fueron pero que lo deberían de haber hecho, dios! que coñazo con la gente que no para de hablar-gritar!). Volvieron con fuerza haciendonos disfrutar a los que quedabamos.

Hay que agradecer a estos orientales que no solo se dedicaran a manifestar su dominio con los instrumentos, además se metieron al público en el bolsillo con su saber estar en el escenario. Explico, coreografias que acompañaban los duros golpes sobre los diferentes tambores, situaciones cómicas parecidas a los lutiers o tricicle- de hecho se juragon un partidillo de tenis- y sobretodo por hacernos partícipes del espectáculo.

La cosa terminó entre oes, oes.