sábado, 24 de julio de 2010

Caracoles!!!!!

Simpre había recordado lo que un buen día me contó mi abuelo. Para ir a buscar caracoles tenías que aprovechar un día de tormenta. Estos animalitos salen con la lluvía y el sonido de los truenos.

Era verano y la temporada de tormentas aún estaba por llegar. No sé por qué pero me apetecían unos caracoles. Hacía años que no los probaba, de hecho, últimamente ni siquiera los podía ver, pero...

Decidí ir a la caza. Tenía que ser temprano, así que me eché a dormir. Por la mañana, cuando me levanté desayuné dos latas de ricas fabadas y un par de cervezas. Cogí los bártulos y allí que me fuí.

No fué muy lejos, a apenas 1500 metros de mi balcón, se divisaba un descampado y convecido de que allí encontraría tan rico manjar pronto estuve en marchar.

Iba con una pequeña bolsa enrejada y una regadera con agua. Recordaba aquella palabra "tormenta". Así que de la mejor forma que supe comencé a imitar a la naturaleza. No fué díficil, el agua la tenía y la rica fabada haría su trabajo. "La tormenta perfecta", pensé.

Qué forma de salir caracoles del suelo. En menos de una hora tenía prácticamente llena la bolsa, estaría un rato más y me iría a casa.

Me senté un rato para descansar, tenía la espalda molida de tanto agacharme, cuando escuché un extraño ruido y la sensación de que el terreno se habría delante de mi. Y así fué, sin poder reaccionar, en un instante emergíó del suelo lo que sin duda era el caracol más grade que jamas pude imaginar, no tenía buena cara y sus antenas se fijaron en mis ojos, nariz, frente. En segundo abrió su gigantesca boca y sin inmutarse se me tragó completamente.

No regresé nunca de aquel descampado.

martes, 20 de julio de 2010

Nunca me gustó el agua demasiado fría

Estoy intentando bucear. He conseguido meter la cabeza, pero quizás no lo suficiente. No me fio, no. Se que estás ahí, cerca, te puedo sentir.

Otra vez, cierro los ojos y apoyo las manos sobre el fregadero, se que el agua es la justa, la siento en mi cara y por fin consigo sumergir toda mi cabeza.

No he cogido el aire suficiente y tengo que salir. Lo intento pero no puedo. Sabía que estasbas ahí, muy cerca.