Otra vez, cierro los ojos y apoyo las manos sobre el fregadero, se que el agua es la justa, la siento en mi cara y por fin consigo sumergir toda mi cabeza.
No he cogido el aire suficiente y tengo que salir. Lo intento pero no puedo. Sabía que estasbas ahí, muy cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario