martes, 20 de julio de 2010

Nunca me gustó el agua demasiado fría

Estoy intentando bucear. He conseguido meter la cabeza, pero quizás no lo suficiente. No me fio, no. Se que estás ahí, cerca, te puedo sentir.

Otra vez, cierro los ojos y apoyo las manos sobre el fregadero, se que el agua es la justa, la siento en mi cara y por fin consigo sumergir toda mi cabeza.

No he cogido el aire suficiente y tengo que salir. Lo intento pero no puedo. Sabía que estasbas ahí, muy cerca.

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