jueves, 18 de marzo de 2010

Sigo bloqueado, bueno...

Sigo mirando la pantalla. Levanto la mirada, no se qué partido va 2-2. Joder, dos tios feos con la misma americana. Ahora enfocan a la chica guapa, pero dura poco. Vuelta al cesped, a 22 tíos detrás de una pelota. Hay veces que me entretiene, cuando no, es lo mejor para quedarse roque.

Si, es cierto, se cierran un poco los ojos y me cuestas seguir el cursor mientras tecleo. La vista se me nubla, o eso creo. Me coloco las gafas y hago un esfuerzo por seguir escribiendo. No se me ocurre nada, pero tengo la necesidad de seguir, de no parar.

Ciertamente mi vida va en ello. No hace más de 10 minutos alguien ha irrumpido en mi casa, no tenía llaves, no ha forzado la puerta y como el que no quiere la cosa, ha sacado un pezado de pistolón de la hostia y me ha dicho: "si paras te mato".

Como de costumbre, bloqueado

Sentado en mi sofá, el portátil sobre las piernas y la televisión ahogada. Releo alguna vieja entrada, a la vez que consulto el tiempo que me costará llegar mañana a Sástago.

Esta es la forma de calentar motores. Pero esta vez va a ser que no.