Si, es cierto, se cierran un poco los ojos y me cuestas seguir el cursor mientras tecleo. La vista se me nubla, o eso creo. Me coloco las gafas y hago un esfuerzo por seguir escribiendo. No se me ocurre nada, pero tengo la necesidad de seguir, de no parar.
Ciertamente mi vida va en ello. No hace más de 10 minutos alguien ha irrumpido en mi casa, no tenía llaves, no ha forzado la puerta y como el que no quiere la cosa, ha sacado un pezado de pistolón de la hostia y me ha dicho: "si paras te mato".
5 comentarios:
Pues esta vez parece que sí, aunque sea a punta de pistola.
Escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe, escribe,......
Siento esa presión, sin pistola y sin obligarme a escribir.
Pero siento una voz en off que me dice: decide, decide, decide....
No siempre es fácil. Escribir, decidir... El día a día te come (por lo menos a mi) y no encuentras un ratico patuscosas.
Animo.
Me
Espera, espera que ya sé como sigue:
Tú no puedes parar de escribir porque sino el edificio entero estallará pero te falta práctica y el FBI te cuela por la ventana un experto en metáforas y prosopopeyas que te ayuda con soligismos , parafrasis verbales y diversos circunloquios para que no pares de escribir y salves la vida a todo el mundo.
Vamos como Speed, pero contigo en el papel de Sandra Bulloc. Lo mismito.
Bueno, imaginarme reencarnado en el cuerpo de Sandra Bulloc no está mal, aunque mucha acción detrás de este teclado no es que haya. Lo de salvar al mundo, eso está mejor. Ya tengo preparada mi capa de superj, solo me falta aprender a volar y pegar tiros (bueno, y alguna cosa más).
Bye
Me
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