viernes, 31 de octubre de 2008

Ultima oportunidad

No le quedaba otra opción. Lejos quedaba el recuerdo de otra vida y sobretodo de sentirse bien consigo mismo.

Su brazo alargado terminaba en un revolver. El dedo índice presionaba el gatillo lo suficiente como para no hacer saltar aquella cabeza por los aires. 

Sentado y maniatado tenía en frente a un desconocido. Había recibido la orden de eliminar a aquel pobre hombre. Ignoraba su pecado, pero esto era algo que hace tiempo no le conmovía lo más mínimo. Muchas veces había pensado: "él o yo".

Como había hecho otras tantas veces no tenía más que disparar, pero esta vez miró a los ojos de su víctima, quiso enfrentarse a la muerte que iba dar. 

Vió una cara desencajada y lágrinas y lágrimas...y más lágrimas. Trás la boca amordazada un ligero quejido se podía oir. 

Todo estaba preparado, cerró los ojos y apretó el gatillo girando el brazo, la bala se incrustó en un pequeño taco de madera a su izquierda.

Desató al hombre y sólo pudo decirle, "vete". Dejó el revolver sobre la silla y salío del barracón donde estaba. 

El sol, en lo más alto del cielo anunciaba un buen día.

3 comentarios:

orris dijo...

Muy bueno. Vas puliendo tu estilo, si señor.

English Little Pills dijo...

No debe ser nada sencillo disparar a alguien que te mira a los ojos.
Me parece un comienzo de novela cojonudo, ¿continuará?

Unknown dijo...

Estoy dandole vueltas a una primera parte