lunes, 8 de febrero de 2010

El principito

Puta jornada de trabajo, hay días en los que todo sale mal. He cenado, me he atiborrado y sin tiempo me he metido en la cama.

Varias veces me he levantado desencajado sin poder recordar qué pesadilla me había despertado. La última ha sido distinta, la cama se movía y se podía oir un fuerte estruendo. Me he asomado a la ventana y todo giraba, se movía. Asustado he intentado dormir, pero apenas lo he conseguido.

Esta vez me he levantado solo. No he podido ver paredes, ni habitación ni casa. Toda alrededor mio volvía a girar, pero ahora de una manera distinta.

Todo cambíaba. Casas, edificios... aperecían y desaparecían. Montañas, ríos, mares... Las nubes se movían en el cielo tan rápido que era imposible fijar la mirada. He sentido un fuerte dolor en todo el cuerpo y he cerrado los ojos intentado parar esta locura.

Al final el dolor ha desaparecido y todo ha quedado quieto. Entonces he abierto los ojos. Solo he visto mar y un pequeño trozo de tierra. He mirado mis manos y tenía garras y tres brazos y de mi pecho salián branquias.

Me he sentado sobre el suelo y he pensado que podía ser el último de mi especie, que podía estar solo..........solo.

2 comentarios:

orris dijo...

Seguimos con los sueños...
¿Has soñado con el cambio climático o con la guerra nuclear?

English Little Pills dijo...

Si es que no es bueno irse a la cama con la cena sin digerir.
En cualquier caso he de decirte que sí que eres único en tu especie, sin necesidad de brazos de más ni de branquias.