sábado, 8 de mayo de 2010

Hijo de puta infinito

Agarrando la mano que momentos antes le había salvado de la caída al precipicio, esta vez, no dudó un segundo en soltarla.

1 comentario:

English Little Pills dijo...

Después una quinta lectura y, sobre todo, del debate mantenido sobre el texto, he de decir que efectivamente hay que ser muy hijo de puta para condenar a quien te acaba de salvar.
Siento haber tardado tanto, pero es que me cuesta mucho procesar la información, y si encima me cambias el texto!!!
Deberás buscar lectores menos espesos.....