Cuando uno se centra en su trabajo termina perdiendo la perspectiva. Cuántos, a cuántos hombres he quitado la vida, diez quizás veinte. Cierro los ojos y mi mente los confunde. No, ahí están todos ellos en un solo cuerpo, su único brazo se alza y armado con una enorme hacha, esta, destroza mi cabeza.
Nada ha merecido tanto esfuerzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario